viernes, 24 de febrero de 2017


noticias de cambio climático
ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS DEL CLIMA.
Un equipo formado por investigadores de las universidades de Nueva York, Reino Unido y California-Berkeley ha confirmado que el calentamiento de los océanos viene siendo constante desde los últimos 75 años, tal y como revelaron los datos climáticos publicados en la revista Science en 2015.
Los científicos señalaron en aquel estudio que los océanos se han calentado 0,12 grados por década desde 1997, casi el doble de rápido que las estimaciones anteriores. Ante aquellos datos, muchos científicos reconocieron el "hiato del calentamiento global", mientras que los científicos que tenían dudas lo señalaron como evidencia de que el cambio climático es un engaño.
De cualquier forma, el nuevo estudio, que utiliza datos independientes de satélites y flotadores robotizados, así como boyas, concluye que aquellos resultados fueron correctos.
En este sentido, miembros del equipo formado por investigadores de diferentes universidades aseguran que al principio se mantuvieron “escépticos”, por lo que decidieron a iniciar dicha investigación, utilizando "métodos y datos diferentes”.
Por su parte, el estudiante Zeke Hausfather asegura que utilizando datos de un solo tipo de instrumento -satélites, boyas o flotadores Argo- los resultados coincidieron con los del estudio anterior, apoyando el planteamiento de que los océanos se han calentado 0,12 grados centígrados por década en los últimos veinte años.
Esto significa que la tendencia ascendente observada en la última mitad del siglo XX continuó durante los primeros 15 años del siglo XXI, sin que hubiera una "ruptura" repentina del calentamiento global.













ALARMANTE DESHIELO EN GROENLANDIA




Sólo unos días después del intenso deshielo de este mes (se derritió casi toda la capa superficial de hielo de Groenlandia), imágenes de la NASA muestran el ritmo de deshielo más rápido en 30 años, desde que tenemos satélites.


La relación con el calentamiento global podría parecer evidente, pero los científicos afirman que un deshielo como éste puede ocurrir cada 150 años. Sin embargo, si el deshielo se mantiene, subirá el nivel del mar, según los expertos.


La mayor parte del deshielo tuvo lugar en un periodo de cuatro días. Los mapas de los satélites muestran que el 8 de julio se había derretido aproximadamente el 40 por ciento de la capa de hielo más superficial. El 12 de julio la cifra subió hasta el 97 por ciento.
Sin embargo, los registros de los satélites de las tres últimas décadas muestran de media que más o menos la mitad de la superficie de Groenlandia se derrite en algún momento del mes de julio.





Sucedió hace 56 millones de años

Hace 56 millones de años, un misterioso aumento del carbono en la atmósfera hizo subir la temperatura en todo el mundo. En un abrir y cerrar de ojos geológico, la vida cambió para siempre. La fotógrafa Ira Block nos traslada a un mundo sin hielo

La Tierra ya ha pasado por esto. No fue exactamente el mismo calentamiento planetario, porque la vez anterior, hace aproximadamente 56 millones de años, el mundo era diferente. El Atlántico aún no se había abierto del todo, y los animales, entre ellos quizá nuestros antepasados primates, podían ir andando desde Asia hasta América del Norte pasando por Europa y Groenlandia. No habrían encontrado ni un trocito de hielo, pues incluso antes de los acontecimientos de que hablamos, la Tierra era mucho más cálida que ahora. Pero en el paso del paleoceno al eoceno, la temperatura subió aún más, y lo hizo rápidamente y de forma radical.


El impacto del cambio climático en el patrimonio



La Unesco sigue con atención los efectos del cambio climático en los bienes de la Lista del Patrimonio Mundial, protegidos por su extraordinario interés natural y cultural

Por toda la geografía planetaria, deteriorando sus rincones más dispares de maneras muy diversas. El imparable aporte de CO2 y de otros gases a la atmósfera acometido desde la revo­lución industrial ha exacerbado los patrones históricos del clima. A la vez, las actividades humanas, ya sean las llevadas a cabo en nombre de un progreso basado en el consumo o las que persiguen la pura supervivencia, han causado un descenso en la resiliencia de los ecosistemas. Un cóctel peligroso que hace ya años asoma su rostro en todos y cada uno de los continentes, mientras que las tomas de decisiones necesarias son poco contundentes, según advierten desde hace mucho tiempo los expertos de la comunidad científica internacional.


El factor climático

El 58% de las especies de vertebrados terrestres y plantas de Europa, amenazadas por el calentamiento global

Por primera vez, un equipo de investigadores ha realizado un estudio exhaustivo sobre los efectos del cambio climático en las áreas protegidas de 38 países europeos y también en la Red Natura 2000, el principal instrumento de conservación de la Unión Europea cuyo objetivo es consolidar una red ecológica que asegure la supervivencia a largo plazo de las especies y los hábitats más amenazados de Europa. «Estimamos que a finales de este siglo el 58% de las especies de vertebrados terrestres y plantas del continente podría perder las condiciones climáticas adecuadas para subsistir en las áreas protegidas de cada país», explica Miguel B. Araújo, autor principal del estudio e investigador del departamento de Biodiversidad y Biología Evolutiva del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC, ubicado en Madrid.

«Mientras que las zonas de montaña protegidas conservan mejor la biodiversidad que las que no están protegidas, las zonas de llanura, como es el caso de la mayor parte de los espacios integrados en la Red Natura 2000, son más vulnerables y pueden perder más especies que sus áreas colindantes no protegidas», añade Araújo, quien señala que la biodiversidad que se verá más afectada será la de los países del sur de Europa, como España.

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